La flor que os voy a presentar no es comestible pero es todo un descubrimiento antiplagas que viene estupendamente para nuestros huertos urbanos: Los Tagetes.
Estas plantas desprenden un olor, muy agradable para el urbanicultor, pero que funciona como repelente natural de bastantes insectos de balcón, entre ellos, el insistente pulgón que siempre anda en los cultivos en maceta.
Yo mismo he probado a poner unos Tagetes en una de mis hidromacetas que ya tenía un poco de pulgón negro y ¡sorpresa! la planta ha actuado incluso como insecticida. Como me habían contado, atrae a las mariquitas, verdaderas come-pulgones. En dos días la colonia de los dichosos bichos se había reducido en gran número.
La buena noticia es que es una planta bastante común y fácil de obtener en cualquier vivero o floristería.
La podemos poner aparte en un tiesto entre las macetas o dentro de la propia hidromaceta. Yo me decanto más por esto último, siempre que se tengan las siguientes precauciones:
- No queremos traer el enemigo a casa. Aunque es un repelente natural de los insectos existen distintas clases de hongos que pueden atacarla. Como lo que intentamos es evitar un problema en nuestro huerto urbano y no añadir uno nuevo, observaremos detenidamente la planta por si presentara manchas en alguna hoja, síntomas de putrefacción en alguno de los tallos o moho gris en cualquier parte de la planta.
- El trasplante dentro de la hidromaceta debe hacerse sin romper o estropear las raíces de las hortalizas y verduras que ya tenemos plantadas. Si existe ese riesgo es mejor no hacerlo.
- Debemos podar el Tagete para que no ocupe demasiado espacio. Se trata sólo de tener una muestra pequeña de esta planta en la hidromaceta, con tres o cuatro flores es suficiente, el resto las podemos ir cortando.
El único inconveniente es para aquellos que tienen su huerto en un patio interior, en semisombra o con pocas horas de luz ya que el Tagete sólo crece en lugares soleados.