Hay hortalizas que están muy ricas si se consumen al principio, cuando todavía son pequeñas y tiernas. Está opción de consumir las hortalizas tan tiernas, raramente se presenta en el mercado, pero los urbanicultores tenemos la suerte de tener perfectamente a mano un suministro continuo de las hortalizas que están creciendo en nuestras macetas.
Si quieres tener hortalizas sin parar y consumirlas muy tiernas no tienes más que replantar tu macetas continuamente cada dos o tres semanas con los siguientes cultivos durante sus fechas de crecimiento (los términos en rojo son enlaces a los manuales de cultivo):

Ajos tiernos: ahora es la temporada y su cultivo es muy facilito.

Endivias: si recogemos las hojas tiernas para consumirlas jóvenes su sabor es menos amargo.

Espinacas: no hay nada como las hojas tiernas de espinaca para consumirlas crudas en ensalada. El consumo en crudo conserva mucho mejor las propiedades nutricionales de las plantas.

Lechugas: de cualquier tipo están más dulces cuando están tiernas. Recogeremos las hojas más exteriores cuando todavía son pequeñas hasta que el sabor empiece a amargar. A partir de ahí arrancamos la planta y la volvemos a plantar.

Nabos: para consumirlos crudos en ensalada es mejor cuando son todavía son pequeños.

Rábanos: ni qué decir tiene que se puede tener un suministro continúo de rabanitos en nuestras hidromacetas. Combinan con todo y ocupan muy poco espacio.

Remolachas: podemos consumir las hojitas pequeñas en ensalada con una aporte nutricional y un sabor superior. También podemos recoger el bulbo pequeño y su sabor será menos agrio.

Zanahorias: podemos cosecharlas jóvenes justo cuando adoptan su característico color naranja fuerte. Pero no te adelantes, antes de adoptar su color final no están buenas.
Bueno aquí tenéis urbanicultores una forma de dar el máximo rendimiento a tus hidromacetas. Pero como siempre te recomendamos desde aquí que una muestra de cada planta la dejes crecer hasta que florezca y dé semilla. Además de disfrutar de su sabor contribuye a conservar las hortalizas procedentes del cultivo ecológico, guardando sus semillas para los que vengan detrás.